LA REVOLUCIÓN CULTURAL EN CHINA.
El 1 de octubre de 1949 el máximo dirigente del Partido Comunista Chino, Mao Zedong (o Tse-Tung) proclamó la República Popular China. Durante su gobierno, entre 1949 a 1976, caracterizado por intensas campañas ideológicas, se arrogó el planteamiento del marxismo-leninismo pero con matices basados en las peculiaridades de la sociedad china, muy distinta de la europea, otorgando un papel central al campesinado, en lugar del proletariado.
El Gran Salto Adelante consistió en una serie de medidas adoptadas durante la década de 1950 para aprovechar el enorme caudal humano y aumentar la producción agrícola e industrializar el país sin importar maquinaria, sino mediante el trabajo en masa y la creación de 1 millón de hornos de alta fundición de acero. Estas medidas, cuyas víctimas fueron principalmente los campesinos, fueron un fracaso pues la hambruna debida a las malas cosechas y a las catástrofes naturales provocaron la muerte de más de 10 millones de personas. Además el acero resultante fue inservible ya que era una mezcla de diferentes materiales.
CONCLUSIÓN. La Revolución China, constituyó la segunda revolución inspirada en la ideología marxista leninista, que triunfó en el mundo para derribar las viejas estructuras de una sociedad de carácter feudal. La Revolución China se convirtió en un auténtico acontecimiento de referencia y esperanza para millones de personas y pueblos del mundo. Su irradiación e influencia no se limitaba sólo a los pueblos del Tercer mundo, sino que constituía también un punto de referencia para los intelectuales de Occidente.
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